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5 PRINCIPIOS DE CÓDIGO LIMPIO


El enfoque de las 5S aplicado al desarrollo de software, inspirado en la metodología japonesa de organización, propone cinco principios clave para escribir código limpio: organización (Seiri), sistematización (Seiton), limpieza (Seiso), estandarización (Seiketsu) y disciplina (Shitsuke). Cada uno apunta a mantener un entorno de trabajo técnico claro, ordenado y sostenible, donde el código sea comprensible, mantenible y coherente. Lejos de ser solo una cuestión estética, estos principios forman la base de una práctica profesional responsable y de largo plazo.

Autor: Luis Chumbes (Ver todos sus post)

Desarrollo de Software Ingeniería de Software Clean Code

Fecha de publicación: 2025-06-24 15:18:22
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[DESARROLLO DE SOFTWARE I] 5 PRINCIPIOS DE CÓDIGO LIMPIO

En el mundo del desarrollo de software, hablar de código limpio no es solo referirse a un código que “se ve bien”, sino a uno que refleja disciplina, orden y profesionalismo. Robert C. Martin, autor de Clean Code, propone una analogía profunda que trasciende la estética y se adentra en la cultura de trabajo: aplicar los principios japoneses de la metodología 5S al código fuente.

La metodología 5S nace en el contexto de la manufactura japonesa, especialmente en Toyota, como parte de la filosofía de mejora continua (kaizen). Se trata de cinco prácticas simples pero poderosas para mantener un entorno de trabajo limpio, organizado y eficiente. Al trasladarlas al ámbito del desarrollo de software, obtenemos cinco principios que nos permiten escribir código más mantenible, comprensible y robusto.

1. SEIRI – ORGANIZACIÓN

La organización comienza con saber qué es esencial y qué no. En el código, esto se refleja en el uso de nombres claros, precisos y expresivos para variables, funciones, clases y archivos. Nombrar no es un detalle menor, es la puerta de entrada a la comprensión. Un identificador debe decir por sí solo qué representa o qué hace. Cuando nombramos mal, ocultamos intención. Cuando lo hacemos bien, reducimos la necesidad de comentarios y aclaraciones. Un entorno de desarrollo bien organizado empieza por un código que se explica a sí mismo gracias a su nomenclatura. 

2. SEITON – SISTEMATIZACIÓN

Una famosa frase dice: “Un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar”. En el código, esto significa que cada fragmento debe estar donde intuitivamente se espera. Si una función se encarga de validar formularios, debe estar en el módulo correspondiente. Si una clase representa una entidad de dominio, no debería tener lógica de interfaz. Cuando el código está disperso, mezclado o fuera de lugar, se pierde tiempo, se generan errores y se dificulta el mantenimiento. Sistematizar es diseñar una arquitectura coherente y seguirla con rigor, es hacer que navegar por el código sea tan natural como seguir un mapa bien trazado.

3. SEISO – LIMPIEZA

La limpieza del código no es una cuestión estética, es una condición de calidad. Un código limpio carece de residuos, y esos residuos pueden ser muchas cosas, mantener el código limpio requiere vigilancia constante, como quien mantiene limpio su escritorio para trabajar mejor. No se trata de limpiar una vez, sino de hacerlo todos los días, en cada commit, en cada revisión.

4. SEIKETSU – ESTANDARIZACIÓN

Un equipo de desarrollo profesional no se limita a escribir buen código de forma individual, sino que establece acuerdos colectivos sobre cómo hacerlo. Aquí nace la importancia de la estandarización, definir estilos de código, convenciones de nombres, estructura de carpetas, formato de los commits, etc. El código no debería parecer escrito por diez personas diferentes, aunque así sea. Las diferencias de estilo solo introducen ruido y dificultan la colaboración. Un estándar bien definido y respetado reduce la fricción, previene errores y favorece el trabajo en equipo. Además, es más fácil para nuevos miembros integrarse a un proyecto cuando encuentran patrones predecibles.

5. SHITSUKE – DISCIPLINA

La limpieza, organización y coherencia no sirven de nada si no se sostienen en el tiempo. Aquí entra en juego la disciplina, la voluntad de aplicar estos principios de manera constante, incluso cuando hay presión por entregar, incluso cuando nadie está mirando. La disciplina se refleja en decisiones pequeñas pero críticas; es el resultado de hábitos profesionales mantenidos con rigor. El buen código no se improvisa, se construye desde la constancia.

CONCLUSIÓN

En esencia, escribir código limpio no es una cuestión de perfección, sino de responsabilidad. Adoptar los principios de las 5S en el desarrollo no solo mejora la calidad del código, sino que fortalece la cultura técnica del equipo. Son prácticas simples en apariencia, pero con un impacto profundo en la mantenibilidad, la colaboración y la evolución del software. La limpieza del código no es un objetivo final, es una forma de trabajar.



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INFORMACIÓN SOBRE EL AUTOR DEL ARTÍCULO
LUIS FERNANDO CHUMBES RAMOS (DESARROLLO DE SOFTWARE - CODIDEEP): Soy una persona curiosa y apasionada por aprender rápido. Me gusta resolver problemas y disfruto crear proyectos, especialmente si son de investigación o a gran escala


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