Científicos japoneses pusieron a prueba a unas cucarachas para realizar actividades de rescate en zonas urbanas. Las cucarachas que se eligieron son las silbantes de Madagascar, la razón de su elección es debido a que tienen un tamaño ideal para que puedan transportar el dispositivo de control, el cual será de mucha utilidad para ser guiados de manera artificial e inalámbrica; también llevará consigo una batería recargable con la luz solar.
Y si se preguntaban de cómo es que se logra controlar el movimiento de estos insectos. Pues, se presiona un botón que envía una descarga al sistema nervioso del insecto y esto hace que se desplace en una determinada dirección.
El objetivo es que estos insectos puedan inspeccionar áreas peligrosas e identificar personas bajo los escombros tras derrumbes de edificios. Otro uso sería para las misiones de búsqueda y rescate en lugares poco accesibles o en casos de desastres naturales.
El equipo tiene como siguiente desafío miniaturizar estos componentes para que los insectos puedan moverse con mucha más facilidad e integrar cámaras junto a unos sensores.
Actualmente las baterías que llevan se agotan rápidamente, limitando así el tiempo de búsqueda.
Con respecto a las cucarachas, estas tienden a madurar en un periodo de cuatro meses y tienen una vida de cinco años si es que se da en un estado de cautiverio. Los dispositivos o la mochila que se les coloca es algo que se puede quitar y permitir que las cucarachas vuelvan a su vida en el terrario del laboratorio.
CONSLUSIÓN
Este estudio es muy útil, ya que se puede combinar con otros métodos de búsqueda en zonas que han ocurrido grandes catástrofes; además que es muy barato hacer la implementación, porque se estima que para la construcción de la mochila cyborg se tiene un costo de 35 dólares, pero por el momento está muy limitado por la capacidad funcional activa que pueden llegar a tener.
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