Con la imprevista llegada del Covid-19, el teletrabajo y la formación online han adquirido un rol fundamental en tiempos de confinamiento, en este escenario, las aplicaciones de videoconferencia o de reuniones virtuales se volvieron cruciales para dar soporte a estas actividades geográficamente independientes.
En un intento de salvar la educación escolar y universitaria, se están implementando clases virtuales en gran cantidad de colegios y universidades en tiempos insuficientes, sin una guía clara, lo cual ha expuesto una realidad latente y olvidada: la poca preparación y dominio en formación online, por un lado, debido a que estas herramientas se utilizaban como complemento de clases y ahora ocupan su totalidad, y de forma subyacente y aún más sombría, la escasa conectividad a internet que tiene cada país latinoamericano.
Si bien es cierto, en una situación de contingencia y emergencia sanitaria de nivel mundial, todo esfuerzo es valorado, estas iniciativas no se podrían catalogar como formación online, ya que lo que se está haciendo es tratar de trasladar las clases presenciales a un contexto online. Formación online abarca una amplia gama de actividades que permiten un entorno de aprendizaje colaborativo, se diseñan para combinar la educación tradicional a través de: la motivación del aprendizaje, el contenido de la capacitación, el apoyo de los supervisores y las culturas de aprendizaje consistentes y la educación en línea a través de: la autoeficacia, la flexibilidad, la reunión directa, el intercambio de correos electrónicos y la facilidad de uso [1].
Crear todo este ecosistema demanda preparación, estructuración de cápsulas de aprendizaje que contengan todo: una lectura, un video, un foro, una evaluación y posiblemente una clase o no [2]. En el Perú, son muy pocas las universidades que brindan formación online, principalmente son entidades que han ofertado MOOCs (Massive Online Open Course) o creado OCW (Open Course Ware), lo cual les da una clara ventaja al momento de producir contenidos para formación online. Sin embargo, desde la perspectiva escolar, las iniciativas realmente son escasas o inexistentes.
Por tanto, es necesario repensar la forma de impartir educación, que exigirá para este nuevo ambiente, emerjan nuevos perfiles profesionales.
Referencias:
[1] |
E. Titan y A. Trivena., «Online training effect on employee skills development,» 2014 2nd International Conference on Information and Communication Technology (ICoICT), pp. 288-291, 2014. |
[2] |
C. Celedón, «Una clase por zoom no es una formación online,» 9 Abril 2020. [En línea]. Available: https://timeline.cl/2020/04/cristian-celedon-experto-en-educacion-una-clase-por-zoom-no-es-una-formacion-online/?fbclid=IwAR3qUrk7qOeYpWg_xyjxevtkfDf0jYQjY5cXSWmv9397Ghez_sCrysFf-CI. [Último acceso: 14 Abril 2020]. |
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