En vista que avanzamos hacia un mundo más consciente de la huella ambiental que creamos, es importante considerar alternativas tecnológicas que minimicen nuestro impacto en el medio ambiente. Es así que la Computación en la Nube (Cloud Computing) se destaca como una tecnología que ofrece a las empresas un conjunto de herramientas y recursos para impulsar su agilidad, competitividad e innovación.
Debido a su flexibilidad y escalabilidad, permite una adaptación rápida ante las necesidades cambiantes de las industrias, proporciona acceso global y fomenta la colaboración, mejorando la eficiencia operativa y reduciendo costos.
¿Por qué se considera la Computación en la Nube una Tecnología limpia?
Disponer de infraestructura local es costoso, es necesario disponer de espacio físico, instalar sistemas de refrigeración y asumir costes de energía para mantener todo en funcionamiento.
Asimismo, los servidores y las instalaciones son utilizadas solamente por la empresa, por el contrario, una infraestructura Cloud permite ahorrar costes de este tipo, desde los asociados al espacio físico en el que alojar los servidores, hasta los costes de energía y mantenimiento. Los recursos en la Nube se pueden compartir entre varios clientes, disminuyendo la huella de carbono individual.
A continuación, 5 razones que explican el por qué la computación en la nube es una tecnología sostenible y ecológica:
- Reduce el consumo de energía: Gracias a la virtualización, en los entornos cloud se diseña un data center que, a pesar de tener los mismos componentes que deben ser encendidos, tiene un mayor impacto en la preservación del medio ambiente. La computación en la nube utiliza tecnologías y sistemas de enfriamiento avanzados que mantienen los niveles de eficiencia de uso de energía.
- Es multi usuario y/o multialquiler: La nube permite que varias organizaciones compartan recursos sin sacrificar el rendimiento, lo que reduce el uso de energía y emisiones de CO2 en la infraestructura para hacerla verde. Diversas organizaciones pueden compartir la misma infraestructura y software por medio de proveedores. Esto evita la redundancia de las mismas copias de software instaladas en varias infraestructuras.
- Disminuye las emisiones de gas efecto invernadero (GEI): A lo largo de su ciclo de vida, desde la producción, el montaje, el transporte, la operación hasta la eliminación, los componentes que conforman un centro de datos como equipos, servidores, dispositivos de red, sistemas de refrigeración, etc, producen GEI. Debido a que los componentes equivalentes en entornos de nube son más eficientes, el total de GEI emitido se reduce sustancialmente.
- Contribuye con la desmaterialización: Es la práctica de sustituir productos físicos por insumos virtuales, es decir, reemplazar un servidor local por uno digital disminuye el volumen de desechos electrónicos que completan su ciclo de vida útil.
- Utiliza fuentes de energía renovable: Los grandes proveedores de la nube como AWS, Google Cloud o Azure se esfuerzan por comprar grandes cantidades de energía renovable, ya sea indirectamente a través de certificados de energía o directamente de un proveedor de energía que genera electricidad a partir de fuentes renovables, como parques eólicos y solares. La mayoría de ellos tiene como objetivo obtener el 100% de su electricidad de fuentes renovables en un futuro próximo.
CONCLUSIÓN
La Computación en la Nube se considera una tecnología limpia y sostenible debido a su capacidad para reducir el consumo de energía, compartir recursos entre múltiples usuarios, disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero, contribuir a la desmaterialización y utilizar fuentes de energía renovable. Esto no solo mejora la eficiencia operativa de las empresas, sino que también reduce su impacto ambiental, lo que es esencial en un mundo cada vez más consciente de la huella ambiental que creamos. La adopción de la nube se alinea con un enfoque ecológico y sostenible para la tecnología.
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